Son preciosas y se comen de un bocado, además las tengo especial cariño porque están hechas con semillas de Amapola.
Y no sólo porque me llamen Amapola, que de por sí ya me parece bonito, sino por que sus semillas aportan a la receta un crujiente muy especial. De verdad son algo buenísimo y ligero, pero sólo por el tamaño, porque los ingredientes no son de lo más ligero que hay. Pero no queremos engañar a nadie: estamos preparando Muffins.
¡Atención!
Al final del post hay un time lapse de cómo crecen en el horno. Le he cogido gustillo al asunto. Dura sólo 8 segundos pero es muy bonito.